Hace unos minutos, me enteré por medio de dos páginas cibernéticas (cubadebate.cu y primerahora.com) de que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, padece de cáncer en la glándula tiroides. Específicamente, según el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, “el pasado 22 de diciembre, durante la realización de estudios médicos de control rutinarios efectuados a la señora Presidenta de la Nación, se detectó la existencia de un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula.
La razón por la que traigo esta información a colación es porque cada día que pasa y analizando la situación latinoamericana, me parece más verosímil la afirmación o más bien la sospecha del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de que algo raro está pasando con los presidentes de izquierda exitosos. El presidente se expresó hace un tiempo atrás diciendo: "Que cosa tan extraña esto que está pasando en América Latina con algunos líderes progresistas. Murió Kichner. Luego el cáncer de Dillma (Rousseff), el de (Fernando) Lugo, de Chávez, y ahora de (Luis Inácio) Lula".
A esto podemos añadirle el cáncer de Cristina Fernández, hoy dado a conocer a la comunidad mundial. Según Chávez, luego que fuera anunciada la noticia del cáncer que padece el ex presidente brasileño, han surgido algunas especulaciones sobre esta terrible coincidencia, aunque sin base científica, que sugieran una conexión con algunas acciones imperialistas.
Para mí, la verdad es que existe algo que une a todos los presidentes democráticamente electos por los pueblos latinoamericanos y que ahora padecen de cáncer. Todos ellos son de izquierda y sus políticas han tenido mucho éxito, al menos dentro de sus respectivos países, mostrando así la mejor cara de América Latina y el Caribe. Obviamente, existen elementos de la derecha y ultra derecha de oposición y de otros países que no les conviene tan erecto resurgimiento o crecimiento del Sur. A mi parecer existe una terrible casualidad en este continente o un descarado complot de inteligencia. Piense usted y llegue a sus propias conclusiones. El tiempo nos dirá…como nos ha ido diciendo.
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