Detengamos al criminal de Joseph Kony (www.kony2012.com)

Al descubierto la sucia realidad política

Reportaje del periódico, el Nuevo Día. 


El alcalde de Vega Baja, Iván Hernández, presuntamente amenazó a empleados municipales de que tienen que contribuir económicamente y participar de las actividades políticas que se realizan, una semana antes de las primarias del Partido Nuevo Progresista, según un audio que se divulgó en las redes sociales. 

En el audio, publicado en la red social de YouTube, se escucha una voz en la que el hombre alega que lleva un mes y medio en funciones. El alcalde, precisamente, entró a la alcaldía en diciembre, luego de que Edgar Santana resultara convicto por corrupción. 

Se escuchó que dos semanas en el municipio le bastaron para conocer “quién hace un cara… aquí o quién trabaja o hace algo, tú sabes”. 

Además, se escucha decir en el audio que se le atribuye al alcalde que no tiene que esperar a las primarias para tomar determinaciones sobre esas personas que no trabajan. Alegó que “las voy a tomar ahí mismo, a machetazo limpio”. 

De inmediato, el hombre indica que deben participar de caminatas y ayudar económicamente al partido. 

La persona fue más allá al recordar que antes, bajo la incumbencia de Santana, había empresarios que daban dinero a la campaña. Sin embargo, advirtió que como esto no se repetirá, deben ponerse al día en sus aportaciones. 

“Si no me aportan, si no me caminan, si no apoyan en las actividades, ¿para qué los quiero?”, sentenció. 

“Tiene que entenderlo, tienen que ponerse al día con Ivys”, añadió. 

El noticiario indicó que se adjudicó al aspirante a representante, Cano Montes, la distribución del audio, pero éste lo negó.

El Nuevo Día pidió una reacción del alcalde, pero hasta el momento no se ha comunicado. 

Nuevamente el gobierno de los Estados Unidos se pasa por el trasero las lecciones de derechos civiles y humanos que imparte en el mundo

Información de Reuters

http://actualidad.rt.com/actualidad/ee_uu/issue_37902.html

Agentes de la Policía de Nueva York asistieron a reuniones de organizaciones políticas liberales y guardaron archivos de inteligencia sobre activistas que planeaban llevar a cabo protestas de manera legal. Así lo revelan varias entrevistas y documentos que muestran cómo la Policía empleó tácticas antiterroristas con estos grupos, informa la agencia AP. 

Las filtraciones se hacen eco de las tácticas que la Policía de Nueva York empleó antes de que se celebrase en 2004 la Convención Nacional Republicana en Nueva York, cuando grupos religiosos, organizaciones pacifistas y defensores del medio ambiente de todo el país fueron vigilados de cerca, información que publicó The New York Times en 2007.

La estrategia de la Policía neoyorquina, aplicada por la Unidad de Inteligencia, un equipo policial de esa ciudad, concluyó entonces con la detención y la toma de huellas dactilares de algunos manifestantes. Las fuerzas del orden se justificaron asegurando que el ‘espionaje’ era una medida de prevención para evitar que las protestas acabasen provocando disturbios violentos.

Sin embargo, los documentos recientemente obtenidos muestran que la Unidad de Inteligencia continuó vigilando de cerca grupos políticos en años posteriores a la convención.

En concreto revelan que en abril de 2008, un agente encubierto de la Policía de Nueva York viajó a Nueva Orleans para asistir a la Cumbre de los Pueblos, una reunión de grupos liberales que se oponen a la política económica estadounidense y al efecto de los acuerdos comerciales entre EE. UU., Canadá y México.

En el resumen entregado a sus supervisores se identificaba a grupos que criticaban la política de inmigración, las leyes laborales y la discriminación racial en EE. UU. y en él aparecían también los nombres de algunos activistas.

Los agentes escribieron que uno de ellos, el Sr. Flaherty, celebró un debate pidiendo la reducción de las inversiones y las ayudas a Israel y refiriéndose a dos eventos relacionados con Palestina.

En su lucha contra el terrorismo, agencias policiales de todo el país vigilan atentamente a grupos que se oponen legalmente a las políticas del gobierno. La recopilación de datos sobre manifestantes contra la guerra por parte del FBI, la infiltración en reuniones de grupos contra la pena de muerte por la Policía del estado de Maryland o la vigilancia de la Policía de Nueva York en barrios musulmanes son algunos ejemplos de ello.

Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/ee_uu/issue_37902.html

Ni la estadidad ni el ELA son opciones descolonizadoras ...por favor

Cuando personas dentro del PNP hablan de la estadidad como un derecho por el cual hay que luchar, sinceramente, me inundan las ganas de devolver y los recuerdos de que estamos ante personas totalmente enagenadas de la realidad política y cultural, tanto de Puerto Rico como de los Estados Unidos. Pero claro, siempre en la colonia nunca faltan los osados que fomenten o propicien la adhesión a la metrópolis. En nuestro caso, lo que sucede es que la metrópolis no nos quiere tan de cerca, es decir nos ve como un gasto multimillonario y ademas como el talón de aquiles en cuanto al issue del idioma español recorriendo todos los horizontes del pais "anglosajón", pero que ya alberga mas de 50 millones de hispanos. 


Tal y como lo son para los norteamericanos, los mexicanos, todos nosotros los hispanos, constituimos una amenaza a su cultura, política y estilo de vida. Pero, en cuanto a la economía seria mucho dinero el que la metrópolis tendría que darle a su colonia de 113 años, ahora convertida en un estado. Tal y como de cada rato nos lo sacan en cara sectores ultra imbéciles republicanos, como los idiotas de Fox News, que no hacen nada mas que alabar la figura del gobernador de Puerto Rico por todas las acciones tomadas en detrimento del pueblo. Pero, como hipócritas que son, de la misma forma clavan al gobernador en cuanto al issue de la estadidad, llegando a la ofensa para los estadistas de cuestionar, que pensaríamos si nos dieran la estadidad pero sin derecho a los beneficios..., es decir a los $$$$. Ellos no paran de plantear la exhorbitante carga económica que representaria un estado hispano de 4 millones de habitantes, con una historia y una cultura totalmente distinta. 


En pocas palabras, la estadidad no es un derecho, es una otorgación que los norteamericanos harán o no harán cuando les de la gana. Claro, siempre y cuando los beneficie mas a ellos que a su colonia centenaria, nosotros.


 

A 139 años de la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, el desprecio por nuestra negritud es una triste realidad entre sectores de la población

El expresidente de la Comisión contra el Racismo del Colegio de Abogados de Puerto Rico y autor del libro “El racismo nuestro de cada día”, Ebenezer López Ruyol, hizo hoy un llamado a tomar conciencia contra el discrimen por color en Puerto Rico. Al reflexionar sobre la abolición de la esclavitud, el 22 de marzo de 1873 bajo la dominación de España, y en la que más de 30,000 esclavos fueron liberados, López Ruyol estimó que “continúa rampante el problema del racismo, como si los negros y las negras fuéramos extraños a la puertorriqueñidad. No parece reconocerse que la identidad nacional nos cobija a todos”. 


Destacó que “contra cada manifestación racista debemos despertar conciencia para reconocerlas, explicarlas, denunciarlas, combatirlas y transformarlas en nuevos incentivos para el diálogo franco y dignificante de la raza humana. Así hacemos patria; así crecemos a la estatura moral y espiritual a que estamos llamados”. De hecho, en su libro, López Ruyol enumeró una serie de máximas que han caracterizado a los negros en Puerto Rico, como “Ser negro o negra en Puerto Rico es ser feo y bruto por naturaleza, y por excepción ser “negro” (o negra), pero inteligente”. O “Ser negro o negra en Puerto Rico es ser violento, y por excepción, ser “negro” (o negra) pero “tener el alma blanca”.


Para López Ruyol, “en nuestro ideario racista se afirman como verdades lo que en esencia es ignorancia e hipocresía. Las vivencias racistas engendran realidades acordes al complicado entarimado de prejuicios que existen en nuestra sociedad, de modo que vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír”.