sábado, 7 de julio de 2012

Es tiempo de un nuevo paradigma



     En lo que a este servidor respecta, siempre me he considerado por ser un pensador neutral cuando se trata de los aspectos políticos de mi país o de otros países. Sin embargo, esto no siempre resulta fácil, ya que la mayoría de los seres humanos tendemos a parcializarnos y hasta pecar en el acto de sesgar y en la tentadora devaluación del otro. Yo intento romper con esa norma y confieso que me gusta respetar las ideas, los pensamientos, los análisis e incluso los ideales de cada cual. A veces, resulto ser empático y hasta busco las legitimizaciones detrás de tal o cual argumento. Soy todo un “imparcial”. Pero, también miro hacia el espectro político puertorriqueño y mundial y no puedo dejar de analizar una realidad que cada vez resulta ser más evidente. Es decir, hacia dónde fuimos, hacia dónde vamos y/o hacia dónde debemos ir… como país. Finalmente, he llegado a la conclusión de que años de políticas de derecha no han dado resultado, ya es tiempo de adoptar otras posturas, como las de izquierda. América Latina ya se ha dado de cuenta. La lucha contra las drogas y la criminalidad, la lucha contra desigualdad social y económica, contra la corrupción religiosa, política y financiera. Todos estos son temas con grandes efectos y consecuencias en los países del mundo. Por ejemplo, la crisis económica mundial es el resultado de posturas de derecha erróneas, que creyeron que en el neoliberalismo encontrarían la salvación, pero como ya sabemos se equivocaron. 


     Por mi parte, cuando analizo soy de las personas que no me gusta identificarme con algún grupo en particular, porque considero que cuando incurrimos en tal acto nuestro mensaje se desvirtúa. Es decir, se pierde o se pone a la disposición de todo aquel imbécil que no piensa con el intelecto sino con ganas de deslucir y ridiculizar al otro. Estas personas cuentan con propósitos dañinos a la sociedad en general. Considero, que el discurso entre los ideales, de izquierda o derecha, cada vez se tornan mas significativos en Puerto Rico, en toda América Latina y el mundo. Si queremos cambiar años de políticas de derecha dirigidas al fracaso, debemos comenzar por considerar otras ideas, las de izquierda dirigidas a la reinvención


     La izquierda política considera prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social por medio de los derechos sociales denominados derechos civiles, frente a intereses individuales y a una visión tradicional o conservadora de la sociedad, representados por la derecha política. En general, tiende a defender una sociedad  progresista, igualitaria e intercultural.


     Por el contrario, la derecha política considera prioritario posiciones conservadoras y capitalistas o simplemente opuestas a la izquierda política. Se nutre de corrientes ideológicas diversas, dependiendo de que consideren prioritaria la defensa de la patria o de que ante todo busquen el mantenimiento del orden social establecido (tradicionalismo, conservadurismo). En oposición a la izquierda política, el sector más liberal enfatiza el libre mercado por encima del intervencionismo de las administraciones públicas y busca potenciar valores y derechos individuales, frente a posiciones colectivistas o estatistas, mientras que el sector más conservador es partidario del encuadramiento colectivo en estructuras rígidamente jerarquizadas y disciplinadas.


     Sinceramente, es tiempo de cambio, es tiempo de adoptar nuevas posturas y unirnos a las nuevas corrientes latinoamericanas progresistas en busca de un nuevo orden, de un nuevo sistema, más incluyente y más comunal. En esto se nos va la vida como especie. Puerto Rico, tu deber es unirte ya al camino del cambio social y político. Es hora de cambiar... y de unir a la izquierda política del país. Todo ello sin descartar del todo los grandes aportes de la derecha política y todo lo que hemos aprendido de sus aciertos y desaciertos. Ya que tampoco podemos pecar de verdugos autoritarios.  Escojamos lo bueno este donde este, venga de quien venga, esa es la clave para la supervivencia. 








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